El acoso puede adoptar muchas formas y puede ser muy perjudicial para los niños, tanto física como emocionalmente. La intimidación es el deseo de un niño de lastimar, amenazar, intimidar o avergonzar a otro niño. La intimidación puede ser más que solo insultos e incluso se ha trasladado a computadoras y teléfonos celulares. El acoso puede ser físico, emocional, escrito, verbal e incluso sexual. Conocer las diferentes formas en que los niños pueden acosarse unos a otros ayudará a identificar y detener el acoso.
El acoso físico es cuando un niño hiere físicamente a otro niño a propósito y con la intención de acosarlo, asustarlo o avergonzarlo. Golpear, patear y empujar, así como las amenazas de violencia física, son formas en que los niños se involucran en el acoso físico. A veces, un niño exigirá dinero de otras pertenencias como resultado de la intimidación. Los chicos utilizan más este tipo de acoso porque suelen ser más agresivos que las chicas. El acoso físico puede tener efectos graves en las víctimas si no se detiene a tiempo.
El acoso verbal es otra forma común de acoso y las niñas son más propensas a participar en este tipo de acoso. El acoso verbal ocurre cuando los niños insultan a los demás, difunden rumores o se critican unos a otros sin descanso. Aunque el acoso verbal no causa ningún daño físico, aún puede traumatizar a los niños y hacer que pierdan la autoestima, se depriman y pierdan interés en amigos y actividades. Estos efectos pueden causar mucho daño a un niño e incluso afectarlo a largo plazo.
El acoso escrito toma la forma de cartas abusivas tanto en papel como en correos electrónicos y mensajes de texto. Pasar notas e imágenes crueles solía ser la única forma de intimidación por escrito, pero hoy en día, debido a que Internet facilita la difusión de información, la intimidación por escrito se ha vuelto más fácil que nunca. Los niños escribirán cosas despectivas sobre su víctima en línea para que todo el mundo las vea. También usarán salas de chat y mensajes instantáneos para difundir rumores y hacer comentarios desagradables a otros niños o a las propias víctimas.
El acoso emocional es otra forma de acoso y también es más común entre las niñas. El acoso emocional incluye excluir a otros de un grupo, victimizar a otros y ridiculizarlos. Cualquier comentario o acción que pretenda herir los sentimientos de otra persona se considera acoso emocional. Este tipo de acoso es tan grave como cualquier otro porque las víctimas eventualmente se dañan emocionalmente. Las víctimas de la intimidación emocional a menudo se culpan a sí mismas por la intimidación y sufren efectos de por vida.
El acoso sexual ocurre con mayor frecuencia en niños mayores e incluye comentarios sexuales no deseados, insinuaciones y exhibición de material sexual. El acoso sexual es un problema muy serio y puede considerarse acoso sexual. Los niños que cometen este tipo de acoso pueden enfrentarse a graves consecuencias, e incluso ser considerados legalmente responsables.
La intimidación puede ocurrirle a cualquiera e incluso los niños populares y aparentemente bien adaptados pueden intimidar a otros. Cada tipo de intimidación es grave y debe tratarse en consecuencia. Comprender los diferentes tipos de acoso puede ser de gran ayuda para prevenir el acoso y detenerlo si sucede.